UN HOMENAJE A LA VERDADERA BELLEZA DEL ALMA
Por Pedro Ignacio García
La belleza de una mujer no está en su figura, en la ropa que viste o en la forma como se peina.
La belleza de una mujer tiene que ser vista en sus ojos, porque son la puerta de su alma, el lugar donde habita el amor.
Para tener unos labios atractivos, di siempre palabras amables.
Para tener ojos adorables, mira siempre las cosas buenas de la gente.
Para tener una figura esbelta, comparte tu comida con los que padecen hambre.
Para mantener la elegancia, camina con la certeza de que nunca estás sola.
La gente, más que las cosas, tiene derecho a ser restablecida, revivida, y redimida. Nunca rechaces ni deseches a nadie.
Recuerda, si necesitas una mano amiga, la encontraras en el extremo de cada uno de tus brazos, con el tiempo y la madurez, descubrirás que tienes dos manos; una para ayudarte a ti misma y la otra para ayudar a los demás.
La belleza de una mujer no está en la moda superficial. La verdadera belleza de una mujer en refleja en su alma.
A mis colegas comunicólogas.
Y a todas aquella que forman parte de esta belleza.